¿Se puede nacer con la piel blanca y amar con locura la música negra? Ciertamente, sí. Muchos músicos blancos se han integrado en el inmenso filón de la música negra norteamericana. Daryl Hall y John Oates, se han esforzado para que su pasión por la música negra cristalizase en una contribución creativa a la black music. Desde que comenzaron, buscaron el reconocimiento de su originalidad, clase y elegancia. Hoy son un dúo de indiscutible éxito. Durante los años ochenta, Daryl Hall ha sido el mejor compositor de temas para otros. Siete artistas han llegado a entrar en el Top Ten con composiciones suyas. Por ejemplo, la bellísima ‘Everytime you go away’, interpretada por Paul Young. También en la misma década, Hall & Oates, con 40 singles colocados en el Top Ten, totalizaron el número más alto de presencias en las listas. Daryl Hall y John Oates se conocieron cuando eran jovencísimos, en Filadelfia, a finales de los sesenta. Ambos habían nacido en 1949 y estaban fascinados por los discos black de Atlantic y Motown. Hall grabo un primer disco con Kenny Gamble & The Romeos, y acto seguido conoció a Oates, que por aquel entonces era miembro de The Masters.
Después de componer, sin éxito, las canciones de un disco de los Gulliver, decidieron formar un dúo y se pusieron en contacto con el gran productor Arif Mardin, quien les ofreció un contrato con Atlantic. Los comienzos no fueron fáciles, y su primer disco, ‘Whole Oates’ (1972), no recibió una gran acogida. Oates recuerda: 'Creíamos haber dado lo mejor de nosotros, pero no dio resultado. Al principio fue un golpe terrible, queríamos dejarlo todo, cambiar de oficio. Después, por fortuna, aquello se nos pasó. Habíamos comprendido que debíamos buscar un sonido más original. No debíamos guiarnos por las pautas del mercado, sino por nuestras pasiones. Y nuestra pasión era el soul'. Así, en su siguiente álbum, ‘Abandoned luncheonette’ (1973), el dúo cambió su rumbo, dando un toque más negro a sus canciones. Este disco tampoco cosechó un gran éxito. Pero The Tavares versionearon una canción del disco, ‘She's gone’, y la colocaron en las listas, lo cual dio ánimos a Hall and Oates. En 1974, publicaron ‘War babies’, producido por Todd Rundgren. Después, Daryl y John cambiaron de compañía discográfica, pasándose a RCA. Y finalmente, llegó el éxito.
El álbum ‘Daryl Hall & John Oates’ (1975) es la primera obra maestra del dúo, que ya había encontrado un estilo propio. Este álbum de Daryl y John es puro blue eyed soul, soul de ojos azules, es decir, hecho por músicos blancos, compuesto por canciones muy agradables, música ideal para las emisoras de FM americanas. Le siguieron una serie de discos afortunados: ‘Bigger than both of us’ (1976), ‘Beauty on a back street’ (1977), el álbum en directo ‘Livetime’ (1978), ‘Along the red ledge’ (1976) y ‘X-static’ (1979), que conquistaron, todos ellos, discos de oro y platino. Al mismo tiempo, Hall se tomó unas vacaciones creativas para grabar, en 1977, el álbum ‘Sacred songs’, con Robert Fripp. ‘Voices’ (1980) es uno de los álbumes más afortunados del dúo, gracias a la presencia de canciones tan arrebatadoras como ‘You make my dreams come true’, ‘How does it feel to be back’, ‘You've lost that lovin feeling’ y ‘Kiss on my list’, que llegó al primer puesto en las listas.
En 1982 Daryl y John confirmaron su alto nivel con el álbum ‘SH20’, que contiene ‘Maneater’, una de las canciones más hermosas de su repertorio. Pero, quizás el disco más original de la década es ‘Live at the Apollo’, grabado en directo en el célebre local de Harlem, Nueva York, con la colaboración de David Ruffin y Eddie Kendricks, dos miembros de The Temptations. El álbum contiene bellísimas versiones de temas de los años sesenta: ‘My girl’, ‘When something is wrong with my baby’, ‘Get ready’. En este disco resplandece intensamente el alma negra de estos dos grandes artistas blancos. Una nueva pausa permitió a Daryl Hall publicar en 1986 un disco en solitario, ‘Three hearts in the happy ending machine’, coproducido por Dave Stewart, de Eurythmics. Por último, en 1988, publicó ‘Ooh yeah’ (1989), de nuevo junto a su amigo John Oates.