A pesar de las deficiencias de la grabación, 'Live album' es un fiel documento de los conciertos que la banda dio en aquellos años. Temas como 'Paranoid', 'Heartbreaker' o el larguísimo 'lnto the sun' resisten bien el implacable paso del tiempo. Entre álbumes y singles, Grand Funk, a finales de 1970, habían vendido discos por un total de cerca de cinco millones de dólares, cifras que fueron superadas, dado que los siguientes discos se convertirían en discos de oro antes de salir a la venta, gracias a los pedidos hechos con antelación. Con 'Survival' del que es imposible olvidar la durísima versión de 'Gimme shelter', de The Rolling Stones, Grand Funk Railroad también arrasaron en Inglaterra, nación notoriamente hostil a los grupos extranjeros, y en el resto de Europa. 'E pluribus Punk' (1972) fue otro bombazo para la banda, pero a pesar de ello decidieron despedir al artífice de su éxito, su manager Knight, sustituido primero por John Eastman (padre de Linda McCartney) y luego por Andy Cavaliere. En la grabación de 'Phoenix' (1972) también participó el teclista Craig Frost. Nacido en Flint el 20 de abril de 1948, viejo amigo de los tres miembros del grupo, Craig contribuyó a dar más cuerpo y a hacer más lineal su sonido, como demuestra la bellísima 'Flight of the Phoenix'.
En 1973 se publicó 'We're an american band', que se convirtió en el símbolo de Grand Funk. Es un disco extremadamente brillante y de gran calidad, sobre todo la canción que le da título, la durísima 'Black Iicorice' y 'The railroad', que se inicia con un solo de voz y piano verdaderamente arrasador. 'Shinin on' (1974) fue un paso en falso, pero con el siguiente álbum, 'All the girls in the world beware', en el que Grand Funk bromean con su fama de infatigables amantes, el error quedó enmendado, como evidencian las baladas 'Bad times' y 'Memories', así como 'Born to die', tema de título "filosófico", y sobre todo, 'Good singing good playing', producido por Frank Zappa, autor, entre otras cosas, del estupendo solo de guitarra en 'Out to get you'. En 1976 se publicó 'Caught in the act', un doble álbum en directo grabado durante su gira de 1975. Sin embargo, la crisis no se hizo esperar y el grupo se separó antes de fin de año. Tras dos buenos discos grabados por Mark Farner en solitario, 'Mark Farner' (1977) y 'No frills' (1978), con la compañía Atlantic, y estimulados por el "retorno" del rock duro de principios de los años ochenta, Grand Funk Railroad se reunieron de nuevo. El único que no regresó a la formación fue Schacher, que fue sustituido por Dennis Bellinger. 'Grand Funk lives', un título orgulloso, da la sensación de debut y algunos temas parecen abrirles un futuro esperanzador. Lamentablemente, el siguiente álbum, 'What's Funk' (1983), resultó ser un desconcertante híbrido rock-dance, en el que sólo se destacaba la balada 'It's a man's world'. Después, sus nuevos proyectos acabaron cayendo en el olvido.