Aparte de la edicion solamente en Japon de 'Naked' en 2004, Joan Jett no había lanzado un álbum de material nuevo en más de una década cuando lanzó 'Sinner' en verano de 2006. Muchos rockeros de su edad e importancia podrían haberse contentado con editar un album seguro e inocuo para cubrir el circuito ferial estatal. Joan Jett no. Su honestidad y tenacidad inquebrantables la han dado suficiente credibilidad para encabezar un importante festival de rock alternativo en 2006. 'Sinner' es un gran salto hacia la total honestidad, la seriedad y el rock duro. El registro contiene un par de rocks que recuerdan sus días de gloria ("Tube Talkin'', "Turn It Around"). En otros cortes Jett profundiza en temas muy personales, la política ("Riddles"), la sexualidad cruda ("Fetiche"), pero la mayoría tratan de cuestiones de privacidad, la propia imagen y la orientación sexual ("Naked" y "Five"). Por suerte para el oyente que sólo quiere rock, envuelve estas letras introspectivas en un estilo duro y punzante, clásico sonido Joan Jett. Incluso las baladas, como la dolorosamente romántica "Watersign", tienen guitarras ruidosas y arenosas. Hay algunos tropiezos leves, como "Change the World" y "Fetish".