A pesar de haber tenido que esperar hasta 1968 antes de obtener, ya con veinticuatro años, la atención del gran público, Joe Cocker formaba parte, con pleno derecho, del movimiento rhythm and blues británico de principios de los años sesenta. El retraso de la aparición de Joe Cocker en las listas de éxitos y en el corazón de la gente se debe atribuir en primer lugar a su difícil carácter. En efecto, su carrera ha conocido violentos períodos de impopularidad y de abandono que Cocker, marcado por el alcoholismo, vivía bajo la bandera de la destrucción de su talento, no precisamente con intenciones de reflexión. Tanto es así, que muchas veces durante su ajetreada carrera, Joe ha parecido neuróticamente desgarrado por sus contradicciones. Cocker, como deja presumir su agitada presencia en el escenario, siempre aparece angustiado por la necesidad de expresarse y por la evidencia, igualmente desesperada, de su gran dificultad para hacerlo. Hay otro problema que ha afligido largamente su trayectoria: su escasa capacidad para hacer compatibles las razones de su corazón, o sea, el amor por el blues y el rock, con las comerciales. En efecto, Joe Cocker frecuentemente se ha encontrado deprimído o desilusionado por no haber logrado aprovechar por completo, salvo en pocas ocasiones, la potencialidad económica de su trabajo. Por ejemplo, cuando tuvo el deseo de afirmarse comercialmente, decidió, en 1968, grabar un glorioso tema de The Beatles, 'With a Little help from my friends'.
La excelente versión de Cocker de un tema interpretado en su versión original por un cantante poco dotado como Ringo Starr, confirma, sin embargo, que el pellizco de astucia que se hallaba tras la elección del tema fue puesto inmediatamente en segundo plano por el talento derrochado a manos llenas por el intérprete. Irónicamente, el debut discográfico de Joe Cocker, en 1963, había tenido lugar con escaso éxito, precisamente con otro tema de The Beatles, grabado en el mismo año, 'l'll cry instead'. La cara B proponía, sin embargo, la célebre 'Georgia on my mind', escrita por la pareja Correl-Carmichael y llevada en 1960 a la cabeza de las listas de éxitos por Ray Charles. Antes de grabar el primer single, para Decca, Joe se había formado, bajo el seudónimo de Vanee Arnold, dirigiendo un grupo llamado The Avengers. Cocker, por la inspiración negra de su música, tomó parte activa en el florecimiento del blues en Gran Bretaña, al igual que músicos como John Mayall y Alexis Korner, que habían ido a pescar en las tradiciones del otro lado del Atlántico las raíces de la nueva música popular. Joe Cocker, nacido en Sheffield el 20 de mayo de 1944, vivió durante los primeros años de su carrera el buen momento creativo de las provincias inglesas. Entre finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, Sheffield, como otras ciudades, vivió la ascensión de un gusto juvenil marcado por un gran amor hacia los géneros musicales negroamericanos.
El rumbo seguido por muchos jóvenes, The Beatles incluidos, era el del skiffle. Joe Cocker recuerda así su primer período artístico: 'Las ciudades inglesas estaban atestadas de jóvenes aburridos que no sabían qué hacer. Después, como una verdadera manía, apareció una música nueva, el skiffle, y todos encontramos una ocupación. Siguiendo el ejemplo de Lonnie Donegan y de otros tipos parecidos, me compré, a los trece años, una batería barata, y empecé a ir de provincia en provincia junto a algunos amigos que se habían comprado una guitarra'. Una vez acabados los estudios, el diecisieteañero músico de skiffle de Sheffield ya se había pasado al rock'n' roll y dividía su vida entre el trabajo en una gasolinera durante el día y las actuaciones musicales por la noche. 'En primer lugar, me sentí atraído por el blues por una razón muy simple: me parecía que era una música honesta, incontaminada, cuya pureza contrastaba enormemente con el pop inglés de moda entonces'. En esta búsqueda de lo genuino, Joe tenía como maestro a Ray Charles, sobre todo desde el punto de vista vocal. Charles, a quien sólo conocía a través de grabaciones, era capaz de mezclar la atmósfera pura del blues con melodías de fácil acogida. Era el mejor ejemplo de un camino medio entre un arte rígido y casi ascético y la forma más inmediata de que una canción se escuche. En 1963, Joe Cocker dejó su puesto de trabajo y se dedicó completamente a su razón de vivir.