Parece evidente que su gran facilidad para componer no está apoyada por un equivalente sentido comercial. Este hecho será constante durante toda su carrera y son muchos los que mantienen que si hubiera publicado menos discos, pero más cuidados, su popularidad y su importancia hoy serían inmensas. Pero en 1975 llega 'Zuma', grabado sólo unos pocos meses después que 'Tonight's the night', para suministrar savia nueva a su fortuna comercial, gracias a una producción muy esmerada y una forma de componer bastante comprensible. La canción más importante de este LP es 'Cortez the killer', en la que Young se acuerda de que toca muy bien la guitarra eléctrica y da una prueba fulminante de ello. En la primavera de 1976 da vida a la 'Rolling Zuma revue', una gran gira irónica a imitación de la 'Rolling thunder revue' de Bob Dylan. En este clima relajado y amistoso nace un nuevo proyecto con Stills: la Stills-Young Band. Los dos viejos amigos celebran juntos el décimo aniversario de Buffalo Springfield y además graban 'Long may you run'. Los dos próximos discos son un regreso a un estilo más country: 'American stars'n 'bars' de 1977 y 'Comes a time' de 1978 recuerdan mucho sus inicios, como si los diez años que han pasado no hubieran hecho mella en Young. En el otoño de 1977, Young publica el triple álbum titulado 'Decade' que es una celebración de sus diez años de actividad musical, incluyendo sus temas más importantes acompañados de unos breves comentarios escritos por el canadiense con su ilegible letra. Después de haber vestido su bravura con encajes country, Neil Young vuelve a la ofensiva con el tenso 'Rust never sleeps', de 1979, publicando sólo unos meses después el álbum 'Live rust', que constituyó el complemento usual de sus actuaciones en directo. La película concierto del mismo título muestra además a un Neil Young en óptima forma física y musical para calmar el recelo de sus fans causado por sú aparición fantasmagórica en 'El último vals'. Este es un momento particularmente creativo de Neil Young que, para finalizar la década, desenfunda su proverbial capacidad de síntesis y se sitúa como interlocutor privilegiado de todo el movimiento punk y new wave.
En este sentido, es fundamental la canción 'Hey hey, my my (into the black)', broche natural de los primeros veinte años de historia del rock'n'roll, que tiene una escalofriante letra en la que hay frases como "Es mejor arder deprisa ya que el óxido no se detiene” y citas del rey Elvis Presley y de Johnny Rotten de los Sex Pistols. Dennis Hopper, protagonista y director de 'Easy rider', encuentra en esta canción el título adecuado para su trágico film sobre la problemática juvenil, 'Out of the blue'. En los conciertos de esta época, Neil Young parece concentrado sobre todo en un nuevo rol de aire apocalíptico y profético. Aparece en el escenario rodeado de enormes amplificadores, gigantescos micrófonos y escoltado por pequeños monjes de ojos luminosos. Es una verdadera apoteosis. Así, Neil Young llega a la década de los ochenta con cientos de ideas y con mucha energía. Pero en esta década se harán evidentes aquellas contradicciones que ya se habían dejado notar anteriormente. Young publica muchísimos discos y encuentra la forma de seguir su propia inspiración sin atenerse a ninguna regla. Sin embargo, pocas veces estará a la altura de su fama y de todas sus posibilidades. Así, a un acústico 'Hawks and doves', de 1980, le sigue un rockero 'Reactor', de 1981, en el que algunas canciones se salvan pero siempre con un nivel medio bastante bajo. Aún más clamoroso es el álbum 'Trans', de 1982, cuya portada parece sacada de un videojuego, y con explícitas referencias a los ordenadores en 'Computerage' y 'Computer cowboy'. Tampoco falta una canción que llegue a lo más alto de las listas de éxitos, ya que con 'Little thing called love' acierta en los gustos de los más jóvenes consumidores de música. Además, para empeorarlo todo, descubre la posibilidad de filtrar su voz a través de un distorsionador. Las cosas mejoran en 1983, cuando Neil Young da vida al caprichoso 'Everybody's rocking'. Con los cabellos llenos de brillantina, acompañado por un grupo llamado The Shocking Pink, realiza diez canciones en un estilo rockabilly que transporta al músico a los días de su adolescencia, cuando escuchaba a Carl Perkins. En 1985 lleva a cabo su enésima transformación con 'Old ways'.
Esta vez, Young se refugia en las verdes praderas y propone arreglos country & western que tienden a un tono lacrimógeno, contando con la ayuda de algunos de los ases del country como Willie Nelson, Waylon Jennings, Gail Davies. El disco es ameno, pero restringe aún más el mercado del canadiense y abre una seria crisis creativa que los próximos álbumes, 'Landing on water', de 1986, y 'Life', de 1987, con los resucitados Crazy Horse, no logran superar. De vuelta en su primer sello discográfico, grabó el álbum 'This Note's for You' con un nuevo grupo, The Bluenotes, cuyo nombre estaba registrado por el músico Harold Melvin. Young nombró al grupo en honor de un café conocido como The Blue Note en la Calle Central de Winnipeg, Manitoba, donde él solía tocar. La suma de una sección de cuerdas proporcionó al álbum un sonido más cercano al jazz, introduciéndole en un nuevo registro musical y brindándole su primer éxito en la década de los ochenta. El videoclip de 'This Note's for You', en el que se parodiaban el corporativismo del rock y las pretensiones de la publicidad en general y a Michael Jackson en particular, fue prohibido inicialmente en el canal de televisión MTV (aunque el canal canadiense MuchMusic lo emitió sin trabas). Finalmente, y tras una amplia cobertura, el videoclip de "This Note's for You" ganó el premio MTV al mejor video del año en 1989. Tras ser denunciado por Melvin debido a los derechos de autor sobre el nombre del grupo, rebautizó a The Bluenotes como Ten Men Workin' para la posterior gira de promoción. En 1988, contribuyó a una nueva reunión del cuarteto CSNY para 'American Dream' y para una serie de conciertos benéficos. Aun así, rehuyó la posibilidad de realizar una gira completa con CSN. El sencillo 'Rockin' in the Free World', que alcanzó el puesto 2 en Estados Unidos, y el álbum 'Freedom', devolvieron a Young a la conciencia popular tras una década de experimentación con otros géneros musicales. Asimismo, sus letras tomaron una mayor conciencia política, y en 'Rockin' in the Free World' entremezcla el terrorismo, la destrucción del medio ambiente y una crítica a la Administración de George H. W. Bush. El uso de una importante distorsión y de feedback en varios temas de 'Freedom' retoma la tradición musical de 'Rust Never Sleeps' y sirve de base para el auge de la música grunge.