Después de la ruptura de los Beatles, se esperaban grandes cosas de los tres compositores principales de los Fab Four. Lennon con su lacerante 'John Lennon-Plastic Ono Band', Harrison con su triple 'All Things Must Pass'. Paul McCartney edito su modesto 'McCartney' y luego con su esposa Linda como colaboradora, 'Ram'. McCartney suena deliberadamente desigual y aunque tenía una producción más completa, aún conserva esa sensación destartalada, sonando como si estuviera grabado en una choza, no muy lejos de la granja de la foto de la portada. Está lleno de canciones alegres y melódicas. En su lanzamiento fue objeto de desprecio y burla, pero en retrospectiva es un disco que celebra los pequeños placeres de la vida con grandes melodías. Rock & roll en 'Monkberry Moon Delight', alegría ruidosa en 'Smile Away', y la alegre y sexual 'Eat at Home', son canciones llenas de buen humor, melodiosas y suaves.