DESCRIPCION
'Salve' (Soñua, 1984) no es ciertamente el 'Never Mind the Bollocks' de los Sex Pistols, pero como en el caso de los ingleses, su debut en formato de larga duración tiene algo de pionero de todo un género. Barricada ya tenían publicado por entonces su largo “Noche de Rock and Roll” (Soñua, 1983), Hertzainak, con un disco homónimo también en Soñua, y Zarama, con “Indarrez” (Discos Suicidas, 1984) debutaban el mismo año que La Polla Records. Pero la vertiente más próxima al rock & rolll urbano-callejero de los primeros y la dificultad de distribución por el resto del estado por cantar en euskera de los últimos, colocó al álbum de los de Salvatierra, junto al “Zona Especial Norte” (Spansuls, 1984) (el disco compartido entre Eskorbuto y R.I.P.) como el verdadero pistoletazo de salida de toda la horda punk-rock que sacudió Euskadi a comienzos de los 80.
Casi veinte temas grabó La Polla Records para su debut en formato de larga duración en Soñua, un pequeño sello discográfico navarro gestionado por los hermano Goñi, y que constituyó la escudería en la que empezaron algunos de los grupos más relevantes de la escena. Ninguno de ellos, excepto “Salve”, que da titulo al álbum, supera los dos minutos y medio. Auténticos trallazos de gran intensidad compuestos como patadas en la entrepierna, como escupitajos sonoros dirigidos a toda la sociedad bienpensante de la satisfecha recién estrenada democracia. Con semejante número de canciones la variedad de objetivos a los que dirigir los tiros es efectivamente variada. Hay palos para la Iglesia Católica (ya desde la portada del disco, en la que un cura esta a punto de “salvarnos a hostias” esgrimiendo un crucifijo a modo de porra, hasta los temas “Salve” y “El gurú”), para la escena musical (“Estrella del rock”, “Muy punk” y “Críticos”), auténticos himnos generacionales (como “Venganza” y “Nuestra alegre juventud”), críticas al panorama político internacional (“Tope Bwana”,“El 7º de Michigan”, “Revistas de corazón”), postales de realidad social consumista (“Los siete enanitos”, “Come mierda”). Las letras de Evaristo van desgranando sus verdades como puños, mezclando rabia, ironía y mala baba. Ya en el primer corte, “Venganza”, se nos pone sobre aviso de lo que se avecina, de cuál es la declaración de intenciones de la banda.
“Porno en acción” acelera aún más el ritmo. La letra es quizás la más alejada de la tónica de crítica del disco pero la música es vertiginosa. “Tope Bwana”, incursión reggae-tropical, está compuesta en tono de burla, aunque se trate de un alegato a las intervenciones americanas en política exterior. El dibujante de comics Azagra, autor de la saga de “Pedro Pico y Pica Vena” hizo una tira para ilustrar esta canción. La relación entre el dibujante y la banda fue desde entonces casi constante; muchas de las historias de esta pareja punk-skin de tebeo tendrán ambientación musical de alguna canción de La Polla Records e incluso uno de los discos posteriores del grupo “Los Jubilados” (Oihuka, 1990) incluirá en un libreto interior, una historieta para cada una de las canciones. El palo a la política americana se repite en “El 7º de Michigan”. También hay ironía en “Estrella del Rock”, “Los siete enanitos”, “Come mierda” y “Revistas de corazón”. Con “Delincuencia”, el ritmo musical se detiene un tanto. Las guitarras parecen estirarse y regodearse, dejando hueco incluso a un saxo final, mientras que Evaristo aprovecha la calma para paladear la letra, con la que pretende aclarar quiénes son los verdaderos delincuentes en nuestra sociedad.