HISTORIAS DE ROCK
Robert Johnson

ROBERT JOHNSON (Robert Leroy Johnson)



Nacido el 8 de Mayo de 1911 en Hazlehurst, Mississippi, USA
Fallecido el 16 de Agosto de 1938 en Greenwood, Mississippi, USA
ESTILOS: Country Blues, Delta Blues, Pre-War Blues, Pre-War Country Blues, Regional Blues, Slide Guitar Blues

Una figura legendaria que sobrevive al paso de las décadas envuelta en una aureola de misterio, un hombre y un artista con muchas sombras en su biografía. Robert Johnson es un gran misterio del blues americano. Ya lo era en 1950, doce años después de su muerte, cuando el recuerdo de su obra aún estaba vivo y cuando aún existían muchos testimonios directos, amigos y musicos, que habían compartido con él las sófocantes noches del profundo Sur. Es el contexto natural de aquel período (poco mas de diez años) de vagabundeos, de canciones y amores, de palabras, acordes y desolación. Con los años, y ya han pasado muchos, el nombre de Robert Johnson se ha visto rodeado por una aureola de leyenda, hecho realmente excepcional si se tiene en cuenta que a lo largo de su carrera este bluesman sólo grabó veintinueve canciones (algunas en diferentes versiones). Pero, de generación en generación, Johnson ha sido un punto de referencia básico en el desarrollo de la historia del blues, y también del rock, como han demostrado los numerosos testimonios que ligan a este personaje con las corrientes musicales más recientes.

Una demostración significativa tuvo lugar en 1990, cuando, aprovechando la moderna tecnologia del compact disc, CBS publicó la obra completa de Johnson junto a un estudio biográfico y artístico. El resultado de esta reedición ha sido notable: aquella caja entró en las listas para sorpresa del propio sello discografico, generando tambien alguna que otra confusion (parece ser que algunos locutores distraídos solicitaron entrevistas con Johnson). Luego en enero de 1991, la figura de Robert Johnson apareció en la portada de la famosa revista americana Musiciam, un honor que muchos musicos vivos no se atreven a soñar. En aquel articulo reconocían su deuda con este músico personajes como Eric Clapton, Vernon Reid, de Living Colour, Keith Richards, de Rolling Stones, y Billy Gibson de ZZ Top. El padre del rock'n'roll afirmaba el titular de esta cronica. Era el reconocimiento de la generación de Dylan, Robertson, Richards, Jagger y Ry Cooder, quienes en sus años de adolescencia estuvieron influidos por el disco 'King Of The Delta Blues Singer', publicado a finales de los 50.

Eric Clapton recuerda este album: 'Yo tendria catorce o quince años, ya habia escuchado a otros muchos bluesmen, sobre todo en recopilaciones de otros interpretes. Pero cuando apareció este disco de Robert Johnson, las cosas cambiaron. Quince temas de un solo artista, ¡y qué artista!. Cada canción era distinta, aunque siempre tenía la misma enorme intensidad. Y con Johnson descubrí las verdaderas raíces del blues y me resultó más fácil comprender todo lo que llegó después, B.B. King y Buddy Guy, por ejemplo'. ¿Por qué Robert Johnson es tan importante para la música anglosajona? Peter Guralnick intentó dar una respuesta en su libro Searching for Robert Johnson: La música tiene un significado. Para Johnson, el acto de la creación era una forma de afirmarse en un mundo que le parecía inútil y carente de aquel sentido de coherencia, por artificial que sea, que ha creado la era de la comunicación sofisticada. Un mundo en el que Robert Johnson supo elevarse imprevistamente gracias a un acto de voluntad creativa que era una síntesis de todo lo que llevaba dentro de sí y de todo aquello en lo que se convertiría.

De este modo también Guralnick, como muchos otros estudiosos, basa la figura musical de Johnson en los aspectos de su biografía, en su continuo peregrinaje por todos los Estados Unidos en aquellos años difíciles y pobres. El arte de Johnson no se puede comprender sin conocer su vida: pero tal necesidad provoca unas preguntas que no tienen respuesta, ya que muchos momentos de la vida de este músico, tal vez los más importantes, están envueltos en el misterio. Se ha fantaseado mucho sobre el origen de este misterio, llegando a imaginar a un Robert Johnson que habría vendido el alma al diablo a cambio de convertirse en el mejor músico de la tierra y que, exigencias de la leyenda, habría muerto más joven para sadar su deuda. La falta de noticias, de fuentes fidedignas, ha llevado a esta conclusión. La fascinación de su personalidad y de su música tiene algo de sobrenatural y, dado que en aquellos años no existían (sobre todo para los pobres artistas negros del Sur) canales de información y documentación, se ha alimentado la leyenda de un Johnson fuera de toda norma.

Una leyenda fomentada por sus propios fans, como subrayó Robbie Robertson: 'Para un chico de dieciséis años, como lo era yo la primera vez que escuché las canciones de Johnson, saber que alguien vendió su alma al diablo para ser el mejor, era algo muy interesante'. Poco se sabe de su vida. Se sabe que probablemente nació el 8 de mayo de 1911 en Hazlehurst, Mississippi, siendo el fruto de una relación extramatrimonial de su madre. Durante muchos años, Robert Leroy Dodds Spencer experimentó una turbulenta situación familiar, y sólo cuando la madre se casó por segunda vez tuvo un verdadero hogar. Las relaciones con su padrastro no fueron buenas y, cuando tenía unos trece años, el muchacho tomó un nuevo apellido, Johnson, primer acto de una vida que se mantendría siempre independiente por encima de todo, incluso sin vínculos familiares (aunque se sabe que se casó dos veces, experiencias ambas fallidas). El gran amor de Robert Johnson era la música, el blues elaborado y ejecutado en el delta. Sus comienzos en el oficio no serían prometedores: tenía una pequeña guitarra llena de remiendos y la tocaba sin mucho conocimiento.

Aquellas primeras veces que actuó en público fueron unos auténticos patinazos. De modo que decidió hacer su primer viaje y, por unos meses, casi un año, estuvo fuera de la ciudad. A su vuelta, algo había cambiado: era más hombre y, sobre todo, más músico. Este imprevisto cambio también ha alimentado la leyenda: vuelve a asomar el famoso contrato con el diablo, que él mismo admitió cuando le preguntaron por el secreto de su mejoría (en muchas de sus canciones uno de los protagonistas es precisamente el diablo). Es bastante más verosímil que Johnson mejorase su estilo copiando a los muchos cantantes callejeros que en aquellos años atestaban los caminos del Sur. De esta forma debió surgir la idea de una de las canciones más famosas de Johnson, 'Crossroads' (caballo de batalla de Eric Clapton y The Cream): 'Anduve hasta el cruce, mamá, miré hacia el este, miré hacia el oeste, anduve hasta el cruce, mamá, oh Dios, no había ninguna dulce mujer para mí'. Johnson se impuso rápidamente como el mejor talento musical de aquellos años: viajó mucho y actuó en todas partes.

Conoció a cantantes ya famosos o apunto de serlo (Son House, Johnny Shines, Howlin' Wolf, Elmore James, Sonny Boy Williamson) y compuso las canciones que le darían la inmortalidad artística. En 1936 estaba en San Antonio, Texas. El 23 de noviembre, en una habitación del Hotel Gunther, grabó las canciones que cambiarían la historia del blues: ocupaban dieciséis caras de discos de 78 revoluciones, y entre ellas estaban 'Kind hearted woman', 'Terraplane blues', 'Sweet home Chicago', 'Crossroads blues' y 'Come on in my kitchen'. El musicólogo Stephenb C. LaVere escribió en el estudio que acompaña a la caja de compact disc que la atmósfera dominante en estos temas es la seriedad. Aunque hay algunos puntos humorísticos, la atmósfera permanece sobria: es evidente que en cada nota que tocaba y en cada verso que cantaba, Johnson se tomaba muy en serio su música, casi trágicamente. En junio de 1937, esta vez en un almacén de mercancías de Dallas, Johnson grabó otras canciones: entre ellas, 'Honeymoon blues', 'Little queen of spades', 'Love in vain', 'Stop breakin' down', 'Milkcow's calf blues' y 'Hellhound on my trail'.

La fecha de la muerte de Robert Johnson fue el 16 de agosto de 1938. Pero las circunstancias son confusas: es seguro que fue una muerte violenta y la causa podría estar en su gran pasión por las mujeres, sobre todo por las que estaban casadas con otros hombres, hombres a menudo muy vengativos (ya había tenido que afrontar problemas similares anteriormente). Algunos rumores hablan de muerte por envenenamiento, otros de puñales y pistolas... Desde su muerte, su popularidad creció lenta pero inexorablemente. Después de la guerra, sus canciones fueron objeto de continuas versiones por parte de un gran número de músicos negros, muchos de los cuales tuvieron la oportunidad de conocerlo personalmente. Este fue el caso de Elmore James, quien en 1952 interpretó una bella versión de 'Dust my broom' llevándola al éxito.

En los años sesenta, la obra de Johnson fue recuperada y difundida por los grupos de rock: Captain Beefheart ('Terraplane blues'), Cream ('Crossroads'), Rolling Stones ('Love in vain' y 'Stop breakin' down') y Eric Clapton ('Crossroads', 'Four until late', 'Ramblim' on my mind') son algunos de los músicos que han mantenido vivo su recuerdo de la mejor manera posible, es decir, interpretando sus canciones. Luego, en 1986, se rodó una película titulada 'Crossroads' (con música de Ry Cooder y Sonny Terry), basada en su vida o, al menos, en lo que se cree saber de su vida. Y por último quedan por supuesto las reediciones de las propias canciones de Robert Johnson agrupadas en diferentes recopilaciones: además de la caja de compact disc citada, destacan los dos volúmenes de 'King of the delta blues singers', y los diversos volúmenes de la serie 'Walking blues'.