BIOGRAFIA
Nacida el 26 de Febrero de 1947 en Dagenham, Essex, Inglaterra
ESTILOS: British Invasión, Girl Groups, AM Pop, Early Pop/Rock
En la música pop de Gran Bretaña a principios de los años sesenta sólo había chicas buenas: nada tenían que ver con los audaces grupos femeninos del otro lado del océano como The Ronettes, con su mirada provocadora, o The Shangrilas, que cantaban acerca de motoristas y tenían el aire de quien hace cosas impensables en el asiento trasero de un coche. Dusty Springfield, el único talento que salió a la luz por aquellos años, era demasiado apasionada y dotada como cantante para interpretar el papel de la vecinita tímida: Sobre este cliché se modeló la imagen pública de las principales representantes musicales del período, la jovencísima Petula Clark, Cilla Black, Lulu y Sandie Shaw. Eran, básicamente, chicas corrientes convertidas casi por casualidad en estrellas, y eran un símbolo vivo de esperanza en un tiempo en que Mary Quant y Barbara Hulaniki hicieron posible a las dependientes vestirse mejor que las nuevas ricas. Sus carreras, excepto la de Sandie, que abandonó la escena a principios dé los setenta para después volver en 1986 a la actividad, fueron tranquilas y predecibles. Su público envejeció con ellas, y siguiendo la evolución de sus gustos se encontraron finalmente como famosas protagonistas de variedades televisivas dedicadas al entretenimiento familiar.
Pero Sandie era diferente. Alta, delgada, con el pelo cortado a la moda y con un sutil sex appeal, era demasiado elegante para agradar a un público familiar. Era la encarnación de lo que toda adolescente del país aspiraba a ser; la chica inglesa que, alentada por el espíritu de los excitantes años sesenta, encarnó lo mejor de todas las corrientes. Aún conservaba acento provinciano, pero dejaba a sus espaldas una ocupación sin salida para intentar afirmarse como cantante pop. Fue la más cercana al latiente corazón del Swinging London. Llegó a la escena pop en la culminación del boom del beat británico en 1964. Cantante aficionada en Dagenham, Essex, su ciudad natal, fue presentada por The Hollies a Adam Faith, quien persuadió a su temible manager, Eve Taylor, para que firmara un contrato con Pye Records. Había nacido el 26 de febrero de 1947, y su verdadero nombre era Sandra Goodrich, pero adoptó el seudónimo con el que consiguió la fama por sugerencia del marido de la Taylor. Su voz tenía una gran amplitud -casi tres octavas- y, si bien no poseía una gran técnica, tenía una frágil y vibrante fascinación que resultaba innegablemente atrayente. Aunque obstinada y determinada a conseguir el éxito, también se sentía insegura, y en un principio se dejó guiar por Eve Taylor como si fuera su madre.
La Taylor, que cuidaba de los negocios de diversos actores brillantes, intentó más tarde, sin éxito, que pasara del pop a una música más familiar, siguiendo el ejemplo de Cilla Black y de otras cantantes contemporáneas. El primer disco de Sandie, 'As Long as you're happy, baby', fue un fracaso, aunque la relación de trabajo que nace entre Sandie y el productor y compositor Chris Andrews se mostraría a la larga como una de las constantes de su carrera. Sin embargo, la segunda aparición discográfica, llevada a cabo en 1964 con una canción de Burt Bacharach y Hal David '(There's) Always something there to remind me', le ofrece la ocasión de entrar por derecho propio en la historia del pop. La canta descalza en el popularísimo show televisivo 'Ready steady go!', llevándola rápidamente hasta el primer puesto de las listas de éxitos. La melancólica 'Girl don't come', escrita por Andrews, consigue llegar a la tercera posición en diciembre de 1964. La cantante y el compositor se convirtieron en buenos amigos, y Sandie empezó a ayudar a Andrews de vez en cuando en la redacción de las letras y en la producción, si bien el único tema totalmente compuesto por ella ha sido 'Till the night begings to die', canción incluida en el álbum 'Me', de 1966.