SIDONIE
Axel Pi y Marc Ros estaban de vacaciones en Londres y deciden irse a conocer el norte del Reino Unido. Así, llegan a Leeds, entran en una tienda de discos a buscar uno de Brigitte Bardot, y detrás del mostrador se encontraba Jesús Senra. Al cabo del tiempo se lo encuentran en Barcelona, 'Oye tío, tu eres el de la tienda', 'Sí, ahora toco el bajo'... así es como nace Sidonie (tomado el nombre, precisamente, de una canción de la Bardot) en el año 1997, con Marc como cantante y guitarrista, Jesús ocupándose de las segundas voces, el bajo, sitar, y guitarras varias, y Axel a la percusión. Como casi todos los grupos, empiezan tocando versiones de sus bandas favoritas, Rolling Stones, Beatles, David Bowie, Doors, Velvet Underground y Pink Floyd, entre otras. Después de varias maquetas (con muy buena acogida en el mundillo especializado), y de ganar un concurso de jóvenes talentos en Hospitalet, graban 'Dragonfly' bajo el sello dirigido por Albert Gil (Brighton 64, Chest) y Eneida Fever (reputada DJ en las noches de Barcelona). El mini-LP deja claras las credenciales de la banda: herederos directos de la senda abierta por el 'Tomorrow never knows' de los Beatles, psicodelia, ritmos trepidantes y ecos hindúes.
'Considerábamos imprescindible contar con un sello joven que crea en nosotros tanto como nosotros creemos en nosotros mismos'. Dicho y hecho, Sidonie se lía la manta a la cabeza y toma la valiente decisión de vivir de la música, aunque ello conllevara dar más de cien conciertos al año e ir de aquí para allá en la carretera. No era tan fácil como parece: 'Perdemos frecuentemente la perspectiva de lo que es la auténtica realidad que nos rodea: en caso de Marc y Jesús, encontrar un buen trabajo estable y en caso de Axel, acabar la carrera de medicina que está cursando. Eso supone ir por la vida a trompicones para ir tirando con trabajos de poca motivación personal del tipo encuestas por teléfono, hacer de vallero, lavar platos en Londres, hacer de canguro de niños o lamentarte en el sofá de tu casa'. Con 'Sidonie, el esfuerzo se ve recompensado, colocándose a nivel mediático en posición privilegiada. 'Sidonie goes to Moog' aparece en un anuncio de FNAC y 'Feelin' down '01' incluso se cuela dos años después en uno del Estado. Un disco muy bueno, en todo caso, en el que la amalgama de influencias da paso a un sonido propio y muy bien interpretado. Sus conciertos empiezan a ser conocidos por sus extravagancias y bromas sobre el escenario, pero lo cierto es que desarrollan un directo de gran calidad que les sitúa en un lugar preferente, junto a artistas que, gusten o no, siempre han defendido sus credenciales donde realmente había que hacerlo, tales como Deluxe o The Sunday Drivers.